Odontología con láser

Con esta tecnología podemos tratar:

La infección de las encías, consiguiendo una desinfección profunda y respetuosa con los tejidos. También mejora la eficacia de los tratamientos de endodoncia, puesto que permite llegar a zonas donde las herramientas convencionales no llegan, reduciendo el riesgo de reinfecciones.

Además, el láser es muy útil para el tratamiento de aftas, úlceras o lesiones producidas por el herpes, aliviando el dolor y acelerando la cicatrización. En pacientes en los que la manipulación de la boca puede provocar náuseas, el uso del láser ayuda a reducir esta sensación, haciendo que las visitas sean más agradables.

Otra ventaja destacable es la posibilidad de realizar pequeñas cirugías de tejidos blandos sin sangrado, con una recuperación mucho más cómoda. También se utiliza para mejorar los efectos secundarios que algunos tratamientos como la quimioterapia pueden provocar en boca.

El láser de diodo tiene además aplicaciones en el tratamiento del dolor muscular y de las alteraciones de la articulación temporomandibular (ATM), así como en la reducción de la hipersensibilidad dentinaria. Por último, es una herramienta muy efectiva para realizar blanqueamientos dentales de forma rápida, eficaz y sin la molestia habitual de la sensibilidad posterior.

Con todas estas aplicaciones, el láser se convierte en una herramienta segura y versátil que nos permite ofrecer tratamientos más cómodos, precisos e innovadores, mejorando tanto la salud bucodental como la experiencia del paciente en la consulta.